Biografía: El más importante representante de la poesía renacentista española fue Garcilaso de la Vega y pertenece a la primera época del renacimiento español. Nace en Toledo (1503). Estudió las artes liberales de la época: literatura, lenguas muertas y modernas. Fue militar activo al servicio del Emperador Carlos V. Durante la campaña de Provenza, tuvo un accidente en un asalto a un castillo francés que precipitó su muerte, a los treinta y tres años, el 19 de octubre de 1536.
Trayectoria poética
La poesía de Garcilaso está dividida por su estancia en Nápoles (primero en 1522–1523 y luego en 1533).
La obra poética de Garcilaso de la Vega, compuesta por cuarenta sonetos, cinco canciones, una oda en liras, dos elegías, una epístola, tres églogas y siete coplas castellanas y tres odas latinas.
El lenguaje de Garcilaso es claro y nítido, conforme a los ideales de su amigo Juan de Valdés: selección, precisión y naturalidad y palabra oral más que «escrita»; prefiere las palabras usuales y castizas a los cultismos extraños a la lengua, buscar el equilibrio clásico, la estilización del nobilitare renacentista de una lengua vulgar y la precisión ante todo. Como afirma en su Égloga tercera,
Más a las veces son mejor oídosEsto es, es preferible evitar la retórica pomposa y la expresión forzada y culta para que la poesía pueda aparecer como sincera, genuina y espontánea; el objetivo de la poesía es ser oído, es la comunicación de los sentimientos, no el cortesano despertar de admiración.
el puro ingenio y lengua casi muda,
testigos limpios de ánimo inocente,
que la curiosidad del elocuente.
El estilo de Garcilaso es muy característico: cuida especialmente la musicalidad del verso mediante el uso de la aliteración y un ritmo en torno a los tres ejes principales del endecasílabo. Utiliza asiduamente el epíteto con la intención de crear un mundo idealizado donde los objetos resultan arquetípicos y estilizados al modo del platonismo. Por otra parte, es muy hábil en la descripción de lo fugitivo y huidizo; su poesía produce una vívida sensación de tiempo y se impregna de melancolía por el transcurso de la vida, lo que él llamó su «dolorido sentir»:
No me podrán quitar el doloridoComo señala Margot Arce Blanco, una de sus principales estudiosas, sus temas preferidos son los sentimientos de ausencia, el conflicto entre razón y pasión, el paso del tiempo y el canto de una naturaleza idílica que sirve de contraste a los doloridos sentimientos del poeta. Cree en un trasmundo que no es el religioso cristiano, sino el pagano:
sentir, si ya primero
no me quitan el sentido.
Contigo, mano a mano
busquemos otros prados y otros ríos,
otros valles floridos y sombríos,
donde descanse, y siempre pueda verte
ante los ojos míos,
sin miedo y sobresalto de perderte.
Égloga primera

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